-- Aaaah Diooos!! Stefano.
Pierina gemía y gritaba, segada del placer que recorría su cuerpo,sus paredes internas se contraía y explotaba en fuerte y placentero orgasmo, bañando la cara de Stefano, con sus dulces jugos. Stefano besó cada centímetro de ese lugar, fue dejando besos húmedos y suaves mordiscos, subió besando su vientre se quedó bebiendo de sus pechos, como un hambriento, uno, luego el otro, subió a sus boca dándole un apasionado beso.
-- Eres deliciosa, me encantas.
Susurró entre sus labios.
Se acomodó entre sus piernas, sin dejar de mirarse a los ojos, se apuntó en su entrada, y poco a poco, se fue adentrando en ella, era jodidamente apretada, de a poco fue entrando sin dejar de besarla, una fina capa de sudor perlaba sus cuerpos, sus besos eran ardientes que quemaban en sus entrañas, empujó una última vez, y estuvo todo dentro, mientras ella clavaba sus uñas en la espalda, y gemía.
Se quedó quieto, para que se acostumbrara a su tamaño, y poco a poco fué entrando y s