Aitiana durmió toda la tarde, con el sedante que le mezcló Elian, en su vaso de agua, tuvo que ir Ignacio a despertarla.
 - Aitiana, cariño, despierta, vamos remolona despierten ambos, que ya es muy tarde.
 - Si, ya voy papá, es que tengo mucho sueño, Aitiana se da media vuelta y sigue durmiendo.
 Ignacio sonríe.
 - Vamos Aitiana que debes comer algo antes de irnos.
 - ¿A dónde?
 - Al cumpleaños de Renato.
 Aitiana salta de la cama, se despabiló rápidamente, al sentir el nombre de Renato.
 Ven te traje una merienda come algo y luego ve a prepararte, sino llegaremos tarde.
 - Ay papá es muy tarde, no voy a llegar a tiempo y comienza a comer desesperada.
 - Hija despacio, que te puedes atragantar, come tranquila que tenemos mucho tiempo.
 - No papá, no voy a llegar.
 - Si llegamos, tampoco es que debemos ser puntuales, si llegamos un poco más tarde, no hay ningún inconveniente, así que come con calma y despacio.
Luego que terminó su merienda, ella corre a la ducha feliz, emocionada, sab