Narrado por Daniel.
Me lleve todo el puto día rallado. Pues el beso de la noche anterior me tenía en ese estado. Por alguna razón que desconocía no estaba arrepentido, y eso me preocupaba. Se suponía que debía estarlo, que tan sólo quería que fuésemos amigos. Entonces… ¿qué cojones me ocurría?
Ella por supuesto, no dio señales de vida en todo el día, y a mí me sudaban las manos en clase, aunque lo cierto es que estar rodeado de alumnos, me sirvió para centrarme en el trabajo y olvidarme de todo lo demás.
- Estás muy callado hoy – me dijo mi compañero Max, haciendo que ladease la cabeza para ob