Dione sonríe sobre la punta de Arden y mueve lentamente la cabeza a los lados para frotar sus labios con la punta de Arden. Abre ligeramente su boca y saca la lengua, apenas lame la punta, los ojos de Arden se cierran, solo el tacto serían testigos de lo sucedido.
Ella lame la cabecita y la humedece para que entre en su boca con facilidad, pero hay una dificultad y es que el tronco sigue seco, y ya mismo se encargaría de eso.Cuando Dione logra lubricar el falo, sujeta a Arden por las nalgas y las aprieta hacia ella para que meta un poco más su falo.Para Arden esto no era sorpresa, ya hasta tenían un acuerdo de los límites y para él, era aceptable que le apretara las nalgas, de hecho, ya está acostumbrado a ello.Luego de un rato mamando la polla de su novio, Arden llega en la boca de Dione y esta se lo traga todo, después limpia la cabecita y él se quita de encima.—Tu mamadas son mi parte favorita del sexo —dice Arden acostándose a su lado satisfecho.