ADAMO/DEMON
—¿Qué no te da gusto verme, hermanito? —inquirió Rosso con una sonrisa lobuna.
—Te hacía pudriéndote bajo tierra en un agujero — responde Diablo.
La sonrisa de Rosso no se borra y sus ojos no se apartan de él, es como si quisiera asesinarlo de esa manera, pero de un modo lento. Su mirada destila odio, lo conozco y puedo decir que Dante es el hombre que más odia en todo el mundo.
—Lo mismo que le deseo tu padre a mi madre —replico, sin inmutarse —al final su plan no salió como espero. Y mírame aquí —se señaló —Sobreviví a su ataque. Nadie puede eliminarme, querido hermano, ni siquiera tú.
—Ya veremos —dijo bruscamente Diablo.
—Bien, no te cité para una charla familiar y toda esa m****a. Quiero a mi soldado devuelta.
—Tenlo por seguro que te lo devolveré una vez que me entregues a mi mujer.
—Entonces desátalo —exigió Rosso.
—Hasta que la tenga conmigo y vea que está bien, lo soltaré.
No tenía la facilidad de moverme para sacar mi cuchillo escondido que llevo en mi b