La situación parecía no terminar. Y cada vez me daba más susto, tener aquí a Ramón no era una de las mejores ideas que hayan tenido. Para colmo, la muerte de ese hombre fue consecuencia de la noticia que salió en la mañana y por la declaración de Yaro ante el secuestro de su hermana. Amira les puso la grabación. Donde salía un capitán respondiendo a varias preguntas bastante directas.
—Capitán Yaro Lozano, ¿cree que el intento de secuestro a su hermana fue por una venganza?
—Por supuesto. Y eso lo manejará la fiscalía, que él responda con la verdad ante ellos.
—¿Usted no puede decirla?
—No intervendré con la buena justicia y me agrada que estos casos los estén manejando jueces que no se encuentran en la nómina de la mafia colombiana.
—Esa es una aclaración bastante directa.
—Es una realidad. Y desafortunadamente me estoy interponiendo sin querer en sus eventos. Además, ya están saliendo verdades y muchos están cayendo. Este es solo el inicio.
—¿Vendrán más detenciones?
—Eso no lo sé,