Freya Cranston
¡Mald1to Ryan!
Lo odio, lo odio muchísimo porqué tuvo razón. No he podido olvidar lo que paso entre los dos, la sensación de su lengua imperiosa y caliente, la forma en como sus manos recorrieron mi cuerpo, su intensidad al mirarme y la forma en como se sintió explotar sobre su boca.
¡Mald1to Ryan!
Ha pasado casi un mes de eso y debo decir que me he vuelto muy malhumorada. Dejarme tocar por ese infeliz arruino mis expectativas en cualquier otro encuentro sexual que he intentado tener y todo porque mientras estoy en plena acción, sea con un hombre o una mujer, no puedo dejar de compararlo con él.
— ¿Sigues enojada conmigo?
Alzo la vista de mi computadora para encontrar la mirada cohibida de Kenzie; lleva unos cuantos libros en sus manos y parece ansiosa.
— ¿En serio me estas preguntando eso a mi? —reviro mirando alrededor, la biblioteca de la facultad está prácticamente vacía para ser mediodía.
Kenzie deja los libros sobre la mesa que estoy ocupando y se sienta en