Narra Bruno.
En ese momento sentí que dentro de mí un dique estaba colapsando, quise llorar como niño; necesite de todo mi orgullo para detener mis emociones, porque de repente quiero ser padre, quiero que este hombre se salve del cáncer y que sea un abuelo, me imagine días de campo con esta familia con niños corriendo y mi Abi a mi lado, maldición parezco un puto poeta, pero lo quiero, lo deseo con toda mi alma y aunque tenga que hacer tretas y trampas quiero que Abigaíl regrese, quiero tener todo lo que ella puede darme, aunque no lo merezca. Marcelo frente a mí ha de haberse dado cuenta por qué se pone a ver su teléfono y me ignora.
—Por cierto, Bruno, esta campaña publicitaria organizada por Wilmer es genial. Ese muchacho tiene talento, me lo vas a prestar para mis empresas cuando puedas cl