UN APLAUSO PARA LOS NOVIOS.
Narrador Omnisciente.
Cuando el sábado en la noche estaban algo pasados de copas y alegres por ganar en la ruleta y completamente enamorados pasaron por las capillas express, ambos entraron de buena gana.
—Nena nos casaría Wilmer, pero mejor que nos case Elvis.
Arantza se echó a reír.
—Estás loco Emiliano, nos asesinarán si nos casamos aquí solos sin nuestra familia.
—Nena, sabes que, es lo mejor, no quiero una enorme fiesta con hipócritas que disimuladamente estén cuchicheando; que somos incestuosos, que critiquen nuestro amor, estaré de mal humor y seguro los echaré de la fiesta, así que por qué no, hagámoslo aquí y ahora.
Arantza se echó a reír y no se casaron inmediatamente como pidió Emiliano, primero buscaron a Bestia, Emiliano pagó el paquete completo con videollamada y en la madrugada en videoconferencia y con su familia en camisones y medio dormidos los acompañaron en la distancia mientras un imitador de Elvis los casaba bajo las leyes de los hombres. La novia se veía feliz