7. ¡Jamás te daré a mi bebé!
Una vez que Ana Paula se instaló en una de las habitaciones y Santos saludó a su familia, su madre volvió a interceptarlo antes de que se encerrara en el despacho, como acostumbraba a hacer cuando quería evadir un tema.
— Santos, hijo… creo que me debes una que otra explicación.
— Ya no soy un adolescente, madre, ya no debo consultarte mis decisiones.
— Eso lo sé, pero al menos pudiste decirnos que ibas a casarte y te habríamos acompañado en una fecha tan importante. Ni siquiera sabíamos que tenías una novia. ¿Dónde la conociste? ¿Cuánto tiempo llevan juntos?
Santos se detuvo abruptamente frente a la puerta y se giró para encarar a su madre.
— Lo único que tienes que saber de Ana Paula es que es mi esposa y punto, no hay nada más, madre — zanjó, dándole la espalda.
— ¡Santos Torrealba, detente ahora mismo! — exigió la mujer. Pocas eran las veces que ejercía su autoridad como madre.
— ¿Y ahora qué?
— No quise comentarte nada hasta que tú lo hicieras, pero… esa muchacha está emba