— ¿Los despertamos? — Noah y Ramona miraban desde la ventana que daba a la terraza a Itza y Milen acurrucados sobre la tumbona.
— Quiero conservar mi vida, Itzam odia que se le despierte, además, se ven muy agusto, ya despertaran ellos solos — respondió Noah.
—¿Quién lo diría? Itzam enamorado — Exclamó Ramona en medio de un suspiro.
— Parece que te alegras por él — Noah parecía escéptico a la felicidad que Ramona mostraba por Itzam.
— Lo estoy, creí que había echado a perder su vida, me alegra saber que no es así y sobre todo que es feliz a lado de una buena chica y no una mustia como Emilia — aseguró sin despegar la vista de la pareja plácidamente dormida.