— ¿Comprometidos? — preguntaron Nerón y Luciana al mismo tiempo.
— Si, bueno, no lo han confirmado aún; pero sí que lo han hablado, ¿no? — Ramona se dirigió a su primo quien parecía haber perdido las ganas de vivir.
— Fue… bueno… una idea. Eso es algo entre ella y yo — balbuceó.
— No puede ser solo una idea, si están pensando en casarse, eso es un tema serio — alegó su madre.
— No le tomes importancia, madre. Ramona se deja llevar por la emoción y la sorpresa. Tengo que irme — anunció poniéndose de pie.
— Cham, es muy pronto, todavía no sirven el postre — exclamó con tristeza su madre — además, no puedes dejarnos así, cuéntame más sobre tu novia — dijo en una súplica.
— No hay más