Padre y yo entramos a la iglesia, varios pares de ojos voltearon a vernos, podía ver sus bocas moverse despacio, era obvio que este matrimonio tan apresurado era una rareza.
— no mires a nadie, solo mira a tu futuro esposo — me dijo mi padre.
Yo mire hacia adelante, donde estaba Samuel en un elegante traje, mirándome con una cálida sonrisa.
— tengo ganas de vomitar — le dije a mi padre.
El apretó mas mi mano y no dejo de caminar.
— solo son los nervios, recuerda lo que te dijo tu madre. — me sugirió.
Yo trague en seco, eso que había dicho mi madre me había puesto aun más nerviosa, ¿acaso él iba a golpearme?
Yo mire a mi padre y trate de soltar su mano, aun tenia tiempo de salir corriendo del lugar.
— déjame ir por favor — le pedí.
Mi padre me miro, y prácticamente me arrastro hasta Samuel, yo levante la vista y lo mire, el velo solo hacia que todo fuera mas sombrío, así que lo aparte de mi rostro.
Algunos murmullos se escucharon en el recinto.
— te vez hermosa — me dijo con