A pesar de mis escasos años, me di cuenta que Marcus pretendía manipular a su hijo conmigo.
Si lograban retenerme, Mr. Stevens no se iría y así su padre no perdería su gallina de los huevos de oro; sin embargo, no entendía cuál era el afán por parte de Henderson para que me quedara en CODALU. Si Mr. Stevens se iba, él podría ocupar ese importante cargo y convertirse en un personaje tan relevante como mi Príncipe.
¿Para qué me necesitaría?
- Si deseas que me quede –acotó Mr. Stevens–. Discúlpate con Vanesa.
- ¡Yo! ¡¿Disculparme con esa mujer barata?! ¡Olvídalo!
- Adiós padre –dictaminó con determinación.
Encendió el auto y arrancó dejándolos atrás.
Yo sé lo importante que es para él este trabajo, y verlo renunciar así debe ser muy difícil. No supe que hacer para consolarlo, solo incliné el rostro y me disculpé. Él no se merece una mujer inútil como yo.
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Me sentía liberado.
Sabía que al cortar lazos con CODALU, podía iniciar una nueva vida, con un mejor trabajo –en el que la gente no m