—Hoy el director Samuel invita a cenar, vengan, siéntense todos, ¿qué hacen parados en la puerta? —dijo Alan.
Mientras hablaba, tiró de Mateo para que se sentara, incluso lo colocó justo a mi lado. Luego llevó a Valerie para que se sentara en el otro extremo.
Carlos y Camila se quedaron de pie un momento en la entrada, pero al final también se sentaron.
Llena de enojo y resentimiento, Camila ya no dijo nada, con los ojos enrojecidos como si hubiera sufrido una gran injusticia.
Yo ya lo había entendido.
Seguramente Camila había sido utilizada como peón por Alan y Valerie.
Alan le reveló a propósito que yo iba a cenar a solas con Samuel, insinuándole además que entre nosotros había algo indebido.
De verdad, lo que quería era empujarla a que viniera a “atraparme”, para que él y Mateo pudieran venir abiertamente a arruinar mi cena con Samuel.
Aunque, sinceramente, sus intenciones con Mateo eran absurdas…
Pero ver a Camila tan furiosa me resultaba muy satisfactorio.
Después de que todos tom