Capítulo 741
—Aurora... ¡sí eres mala!

Alan se enojó aún más, y su cara atractiva se puso roja de la rabia.

Valerie sonrió con orgullo:

—Jeje, ¿oíste? La propia mamá ya lo dijo, sus hijos no tienen padrino, así que deja de inventar cosas. No te da pena.

Alan, furioso, tiró de su corbata y dijo:

—¡Pues su propio papá dijo que soy el padrino, ¿cómo no va a contar?! ¿Por qué tú sí puedes ser su madrina y yo no puedo ser su padrino? Tú eres la buena amiga de su mamá, y yo también soy buen amigo de su papá.

Alan habló, indignado, y hasta parecía tener razón.

Yo seguí en silencio.

Valerie, con las manos en la cintura, se rio:

—¿No te das cuenta? Si hasta el propio papá de los niños no les presta atención, menos tú, que apareciste de la nada queriendo ser padrino. Deja de molestar. Si te gustan tanto los niños, búscate los tuyos, no quieras adueñarte de nuestras bendiciones.

—¡Ya... cállate!

Alan estaba tan enojado que la cara se le puso completamente roja, los ojos le brillaban como si fuera a llorar. Er
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