¡Anda!
Parece que esa muchacha te tiene babeando.
El problema es que ni siquiera tiene su número y ella tampoco le dijo cuándo volvería a pasar.
Capaz solo vino a ver a un familiar y, al verlo solo, se le acercó por lástima. Ay, esto me hace pensar que mi hermano está todo ilusionado mientras que ella ni enterada.
Puse cara de duda y le pregunté con cuidado: —Entonces... ¿sabes si ella tiene novio?
—¡No! —dijo con total seguridad.
Lo miré con cara seria: —¿Y cómo sabes?
—Ella misma me lo dijo.
Bueno.
Si ella se lo dijo directamente, entonces esto no está tan perdido.
Le di una palmada en el hombro y le sonreí: —¡Ánimo! La próxima vez que la veas, pídele su número, ¡ya quiero conocer a mi futura cuñada!
—No inventes, todavía no es nada, ¡ni futura cuñada ni nada! —se rió un poco y me dio un golpecito en el brazo.
Aunque dijera eso, tenía una sonrisa de enamorado.
De pronto, vi pasar por la puerta un pedazo de vestido blanco.
Me levanté de golpe y miré hacia el pasillo, vi una chava delg