Entonces, ¿por qué todavía le tenía tanto miedo a Camila? ¿Tenía miedo de que Camila le dijera algo malo de él a Carlos, haciendo que este dejara de darle dinero? Eso no tenía sentido. Con el carácter de Carlos, aunque quería mucho a Camila, no iba a dejar de preocuparse por su padre. En cuanto al dinero, no creía que le faltara a mi padre. Entonces, si no le tenía miedo a Carlos, ¿por qué le tenía tanto miedo a Camila? Me quedé intrigada, sintiendo que algo extraño había entre mi padre y Camila, algo que no querían contarme.
Justo cuando pensaba en eso, mi padre se levantó de repente, agachó la cabeza y le dijo a Carlos:
—Bueno, me voy. Tú ve y consuela a Camila, dile que no se enoje, yo no voy a volver a aparecer frente a ella, no quiero ser una molestia.
Dicho esto, mi padre se preparó para irse.
Miré a otro lado y rápido lo agarré de la muñeca.
—¿Qué haces? ¡Nosotros, como familia, estamos pasando un buen momento juntos, y tú te quieres ir ahora! Estos días iba a quedarme aquí con