Beatriz Narra
Era viernes, por la mañana, llevé a los niños a la guardería, quería que mi pequeña aproveche esos días con sus amiguitos ya que no sabía cuando podría volver, luego me dirigí al centro comercial, debía comprarle un regalo a Stefano , debía elegir el mejor regalo de cumpleaños que podía darle al hombre más especial en mi vida, di varias vueltas y nada me convencía, hasta que me tope con una joyería, y ahí en la vidriera pude ver un hermoso reloj, era plateado con detalles en negro, ni muy grande ni muy pequeño, justo para las hermosas manos de mi Dios griego, entré muy entusiasmada y la encargada del salón me atendió de inmediato.
Señora ¿en qué puedo ayudarla?— dijo cortésmente
Quisiera ver el reloj que tiene en vidriera, ese de allí— dije señalando la hermosa pieza
Bien, deme un segundo— y se dirigió a buscarlo
Aquí lo tiene señora, es una pieza exclusiva— comenzó a enumerarme las cualidades y todas las funciones que tenía.—
Lo llevo— dije
Si quiere podemos grab