Parte 3...
— ¿Y acaso conoces a más de una? - él sacudió la cabeza — Porque yo solo conozco a la que salí y me dejó plantado.
Luiza quedó impactada por la revelación. Ese era un nombre que había guardado en lo más profundo de su cajón y esperaba nunca más volver a oír en la vida.
— No puede ser - cruzó los dedos de las manos apretándolos.
— Sí, puede. La vi... Hablé con ella... Y le di un trabajo.
— ¿Qué has hecho? - casi gritó.
Luiza sintió un golpe, como un hilo de miedo de que el pasado volviera a atormentarla ahora y que fuera mucho peor de lo que fue en su momento. Había vivido demasiado tiempo con el error y la culpa de haber alejado a su hijo de Anelise.
Sabía que había forzado una idea en la cabeza de su hijo y que si llegaba a descubrir toda la verdad, eso lo alejaría de manera definitiva. Sería terrible para ella.
Él nunca aceptaría lo que ella y su hermana habían hecho. Guardaban el secreto a toda costa, como si fuera un pecado inconfesable. Pero Anelise era el otro lado