Parte 5...
Alan y Bianca fueron muy cariñosos con él y luego corrieron hacia el jet privado que los llevaría a Italia. Anelise lo abrazó fuerte y le dio un beso.
— No vayas a llorar - él bromeó.— No lo haré - ella rió y lo besó en la mejilla — Cuídate y no seas gruñón con Vinícius. Es un excelente profesional y está haciendo maravillas con tu cuerpo viejo - lo pellizcó en el brazo.— Lo sé - él rió, apoyándose en las muletas — Lo intentaré... Al menos después de que pase mi enojo por dejarme solo.— Mathias...— ¿Prometes llamarme todos los días? - torció la boca.— Claro que sí - suspiró mirando hacia el jet — Tengo que irme ahora.— No te vayas, Anelise - él pidió en voz baja, con la voz ronca.— Mathias, ya hemos hablado de esto.— Lo sé... Pero me siento perdido de nuevo... Parece que el pasado se repite.
— No esta vez - acarició su rostro suavemente — Ahora somos otras personas - sonrió — Y hemos conversado mucho.—