¿Qué fue todo eso?, me separé rápidamente. Jimena me dirigió una mirada disculpándose, pero yo todavía seguía sin olvidar lo que acaba de ocurrir, le agradezco (solo un poco) por sacarme de esa incómoda situación.
«No lo crees ni tú misma.»
—Nahya, te dije que hicieras tortitas, no que destruyeran la cocina —suspiró—. Además, deben mirarse, están todo llenos de harina —se acercó a la mesa, tomó dos tortitas y se las comió rápidamente—. Tomaré el bolso, me voy a trabajar. Ah, en la habitación de huéspedes hay ropa de Jason y Matt. Préstale por ahora. —Asentí—. Adiós, Tyler, fue un placer. —Salió, pero volvió a entrar—. Te sigo en Instagram, es justo que también lo hagas, ya sabes, por destruir mi cocina. —Abrí los ojos en par.
—¡Jimena! —se encogió de hombros y se fue. Nos acercamos a la mesa en silencio, aunque cómodo. Comenzamos a comer.
—Nuevo desayuno favorito —sonreí—. ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Ya la estás haciendo —rodó los ojos. Me reí—. Bueno, ya, ok, habla.
—¿Quién es Matt