El pastor luego tomó el anillo de Elena y lo colocó en el dedo de Lorenzo.
Pastor: (mirando a Lorenzo) Repite después de mí: —Con este anillo, te tomo como mi esposa. Te prometo amarte y respetarte en la alegría y en la tristeza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida—.
Lorenzo: (con voz firme) Con este anillo, te tomo como mi esposa. Te prometo amarte y respetarte en la alegría y en la tristeza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
El pastor sonrió, sintiendo la profundidad de las palabras y los sentimientos expresados. Concluyó:
Pastor: Que estos anillos sean un recordatorio constante de su compromiso y amor. Por el poder otorgado por el amor y la voluntad de compartir sus vidas, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.
Lorenzo y Elena se miraron, sus ojos brillantes de emoción. Se acercaron el uno al otro y compartieron un beso apasionado y dulce, sellando su amor y su unión ante todos los que los rodeaban.
La ceremonia fue emotiv