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—¿Qué demonios es esto, que está acá arriba? La verdad que los campesinos son bastante extraños, pero Esteban se pasa —comentó Melisa.

Brianna dijo lo siguiente:

—A decir verdad que no entiendo... en realidad él es muy ordenado y pulcro. El resto de las casa está impecable. Pero la alacena, es un desastre. No entiendo muy bien cómo es que llegó a este extremo.

—Tiene que tener una razón, quizás algo de su infancia o no sabemos. Realidad no sé si sabremos, aunque esto es un misterio.

—Puede ser que tengas razón, esta casa al principio era de su padre, tal vez por eso no quería ordenar la alacena. Tal vez todo este lío lo hacía su padre y él nunca tuvo el coraje acomodar.

—Bueno tal vez le estás haciendo un favor, y si no bueno que se joda.

—Ya luego, estaba pensando en hacer unas clases de costura; la verdad que no tengo ni idea de nada

— Pues si quieres yo también me podría notar la verdad que se tejer, y se coser a mano pero a máquina, es otro tema bonito.

—Esperes hacer cortinas, ta
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