Volviendo en el tiempo, los "hermanos" apreciaban con melancolía aquella pequeña casita de arena que ahora solo alojaba gratos recuerdos en su interior. Tarek rememoraba la rutina despreocupada y llena de travesuras que tenía en ese entonces, mientras que Kayla, quien había pedido la tenencia de su niña, le enseñaba a ésta el origen suyo en esas tierras con una breve y amena explicación.
El anciano, quien se hallaba a un lado, viéndo entretenidos a los jóvenes con lo observado, intentó hacerse participe y añadió algunos datos importantes: —Esa casa la construyó tu padre—expuso dirigiendose a Kayla.
Los chicos apuntaron su atención interesada sobre viejo hombre al oír lo comentado. Los "hermanos" habían obtenido poca información por parte de su abuela y este sujeto, aún extraño, parecia manejar información adicional valiosa.
—¿Usted conoció a mi padre?—preguntó Kayla con curiosidad.
—No solo a él. También conocí a tu madre. Eres la vida imagen de ella—respondió en anciano con una sonri