Capítulo 30

— Odio esas fiestas de caridad, son un montón de desobligados con demasiado dinero y muy poca inteligencia, y me enferman estas tontas trofeo que se cuelgan del brazo de algún gordo rico, como si fuera lo mejor que les ha pasado en la vida. — expresó Bárbara mientras se colocaba unos pendientes de zafiro como complemento a su vestido de terciopelo azul, que se ajustaba a su cuerpo con delicada gracia, mostrando sus curvas con el movimiento de la tela.

— ¡Gracias por lo que me toca! Así que soy un desobligado — respondió divertido Arturo, mientras esperaba sentado en un sillón cerca de la peinadora donde Bárbara daba los últimos toques a su apariencia. La chica lo miró y sonrió a través del espejo y observó que Arturo levantaba una ceja al ver los pendientes. Se veía realmente guapo en su smoking, sentado con su pose característica: las piernas cruzadas, recostado cómodamente, una mano sosteniendo levemente su sien; siempre tan seguro de sí mismo.

— ¿Zafiros? ¿Por qué no diamantes? Va
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App