—Solo serán dos días, amor— repitió.
—En serio no quiero que vayas— No sabía exactamente porqué no quería eso, pero en serio no me agradaba en lo absoluto la idea de que fuera a Los Ángeles.
Además, ni siquiera era su turno de ir.
—¡Joder Damián! ¡Al regreso hablas con ella todo lo que quieras!— puse mi mirada amenazadora sobre Hansel que estaba esperando a Damián al lado de la camioneta.—¡Debemos irnos ahora!
Damián se acercó más para besar mi frente y luego de hacer lo mismo en la cabeza de la niña, puso su cuerpecito en mis brazos.
—Prometo traerte regalos.— dijo como sí eso fuera a hacerme cambiar de opinión. Hice un vago intentó de sonrisa para que no se sintiera mal y asentí.— No te pongas así amor...
—¡Damián! ¡Joder!— volvió a gritar Hansel pero el rubio ni siquiera se volteó a verlo.
Tomó mis mejillas entre sus manos.
—Es trabajo, nena— recordó y solté un suspiro— Teníamos un acuerdo ¿No?— asentí sin más— además no es la primera vez que voy, no entiendo porqué estás así.
—Sup