~Pov del Narrador~
En la imponente oficina principal del edificio de la gran empresa Jovanov, Dimitrik estaba inmerso en su trabajo, concentrado. El suave sonido de un toque en la puerta interrumpió su labor.
—Adelante. Mercedes, si eres tú, tráeme una taza de café más cargado —exclamó sin levantar la mirada.
—No, soy yo, Dim. ¡Pero traigo café! —murmuró Elizabeth con timidez mientras ingresaba al despacho.
El hombre se sobresaltó. No esperaba la visita de la mujer, así que se aclaró la garganta y se acomodó el traje mientras se levantaba de su silla.
—Elizabeth, qué sorpresa. ¿Qué te trae por aquí? —inquirió, la sorpresa evidente en su tono.
Elizabeth posó sobre el escritorio unas tazas de café y unos pastelillos que había comprado en una panadería cercana. Luego, se acercó a Dimitrik y le dio un casto beso en la mejilla, con las mejillas sonrojadas.
—Quería ver cómo estás. Sé que la carga laboral de todo el conglomerado ha aumentado por el tema del accidente —le confesó.
Dimi