Una ola de decepción y rabia me invadió.
Después de que le había contado toda mi historia, de que habíamos pasado una noche increíble, y que había dormido casi en sus brazos...
Después de todo eso, resultaba ser que él simplemente mentía. A su esposa, y a mí.
¿Cómo podía ser tan tonta?
Era obvio. ¿Quién ayudaría a una desconocida, sólo por que sí?
Además, ¿Qué más fácil que una tonta niña sin nada en la vida, para aprovecharse?
<