Capítulo 25 . DANIEL
Pacita no me atendió las llamadas ni me respondió los mensajes en todo el domingo. No había sabido nada de ella desde que salió de la casa con Gabriel siguiendo sus pasos. Por esa razón, y como medida desesperada quería ir a visitarla, pero no me atrevía a hacerlo hasta que no supiese en que terreno estaría caminando, así que llamé a Gabriel primero.
Me contó que la discusión fue bastante intensa y fuerte. En el punto más álgido, cuando Pacita gritaba con fuerzas, sus padres salieron a ver cuál era el espaviento, pensando que Gabriel era el responsable de eso.
Y siendo acorralado con sus padres, sin el menor de los tactos posible y también molesto por la actitud de Pacita, les confesó sus sospechas y lo que acababa de descubrir. Pacita rompió en llanto, su mamá rompió en llanto, su papá rompió en furia, sus hermanos en preguntas. Al final de aquel meollo, los papás le pidieron a Gabriel que por favor se retirara, que ellos conversarían con Pacita. Para alivio de él y el mío también, s