Emily Willys, ha sido abandonada por su esposo a vísperas del nacimiento de su primogénito, sola y desprotegida, no tiene más alternativa que conseguir empleo, es allí donde se encuentra con el viudo más cotizado de la ciudad, Frank Evans, un hombre emocionalmente destruido y ocupado, que lucha por conseguir una niñera para cuidar a su hijo rebelde Dean, quien aún no supera la muerte de su madre, pero no todo es color de rosa… él no confía plenamente en ella por las circunstancias en que se conocieron, eso provoca que Emily no solo tenga que enfrentarse a la rebeldía del pequeño, sino que también tiene que aguantar la arrogancia de su jefe y los abusos emocionales de su familia, pero con el paso del tiempo comienzan a crecer vínculos emocionales entre Emily y Frank, dificultando así su relación de jefe-niñera, ella además debe enfrentar el desamor y muchas adversidades para no perder el empleo con el que mantiene su hijo…¿Cuánto estará dispuesta a soportar por amor a su bebé?
Leer másCap. 1 sola y abandonada
《Tu marido estuvo con una mujer anoche.》
Emily estaba esperando a que su marido saliera del trabajo cuando recibió en su teléfono este mensaje de un desconocido.
Estaba sorprendida y atónita.
Leyó el contenido unas cuantas veces más, reprimiendo el dolor que sentía en su interior.
Llamó a la persona del otro lado y no pudo comunicarse.
¡Estaba apagado.!
Esto tenía que ser una broma.
Tienen tres años de matrimonio y ella está embarazada.
De repente se abrió la puerta.
- ¿Por qué has llegado tan tarde?, no me gusta que siempre me dejes sola, y más cuando nuestro bebe está por nacer.
-Emily, ya te he dicho que ese bebe no me interesa, no tienes idea de cuánto desearía que no lo estuvieras esperando- José sale derecho hacia la habitación, ignorando por completo a su esposa.
-José, espera, la cena ya está lista, te espere para comer, siéntate por favor.
Emily sale detrás de él, pero su esposo es demasiado indiferente.
Ella siente como se quiebra su corazón, se sienta sola en el comedor y solamente decide hablarle a su vientre.
La esperanza de tener su hijo era lo único que la mantenía en pie, ella no tenía familia, su único pariente era su esposo José.
Pero después de que se enteró de que estaba embarazada había cambiado completamente con ella.
Un sonido hace que ella de un sobresalto, eran las ruedas de una maleta, cuando voltea a ver, su esposo estaba saliendo de la habitación con sus pertenencias.
- ¿Vas a irte de viaje? - le pregunta sorprendida.
- ¡No me voy de viaje!, simplemente no te soporto más, me voy de tu lado para nunca volver.- José la mira con desprecio, automáticamente Emily comienza a llorar desconsolada.
- ¡no mi amor por favor!, no me dejes, yo no tengo a nadie más en el mundo y nuestro hijo está por nacer.
-Justamente por eso me quiero largar, ¡eres una inútil!- ella se prensa a su brazo, sus lágrimas no paraban de caer, su respiración se acelera , pero él bruscamente la empuja, haciendo que ella caiga de espaldas sobre el sofá
-No José, te lo pido por lo que más quieras, ¿Por qué me estás haciendo esto?
Ella era completamente dependiente de él, aunque no trabajaba, era una esposa abnegada, que siempre lo esperaba con su comida lista y su ropa lavada.
Nunca ponía ningún pretexto y a José, lo tenía en un pedestal.
- ¡Suéltame!, me voy con una mujer que, si me da la talla, adiós- José sale golpeando la puerta a sus espaldas, en ese momento el mundo de Emily se desmoronó.
¿Quién cuidaría de ella y su bebe?
Los días fueron pasando, el parto de Emily se acercaba, y con él, toda la angustia que una madre soltera podía tener.
Solamente tenía lo básico para ir al hospital y volver, en ese momento se había dado cuenta lo sola que estaba.
No tenía amigos, y mucho menos una familia que la apoyara, la vida de su pequeño Ángel dependía única y exclusivamente de ella.
Se había llenado tanto de valor, que había prometido que haría lo que fuera por él.
Un mes después…
-Calma mi amor, calma, mamá está adolorida todavía.
Emily había agotado todos sus recursos, se estaba haciendo cargo ella misma de todo desde que nació su hijo y aún estaba maltratada por sus labores de parto tenía que enfrentar todo lo que con ello venía, pero la escasez de comida, y utensilios para él bebe, se estaban convirtiendo en una real pesadilla.
Al final decidió salir a buscar trabajo, necesitaba dinero, pero pasaban los días y nadie quería a una empleada que acababa de dar a luz y tenía un bebé con ella.
Llevaba días sin comer, ni siquiera tenía leche suficiente, el bebé en brazos no paraba de llorar y necesitaba un cambio de pañal, uno limpio.
Entró apresuradamente en el supermercado, cogió su pañal y estaba a punto de salir cuando se topó con una mujer alta.
-Señor Sam, ¡aquí!, ¡aquí! Venga por favor, esta mujer está robando- la mujer señala a Emily como si fuera la peor de las delincuentes.
Su rostro palideció, y su brazos lo único que hicieron fue abrazar a su pequeño.
Olvidó que ya no tenía marido que le pagara.
- ¿Pero ¿qué está pasando? ¿Por qué gritas mujer? - el viejo Sam, era el dueño de aquel super en donde Emily había tomado la decisión de robar.
-Esta mujer, mírala, saca a su hijo para hacer sus fechorías, te está robando Sam, llama a la policía, debe ir presa.
- ¿Es eso cierto muchacha? - La voz de Sam era suave y bondadosa.
-No, no…no he robado nada, le juro que yo iba a pagarle después-sobre las mejillas de Emily comenzaron a rodar un montón de lágrimas, su desespero era tan grande.
- ¡Estás robando! Llámale a la policía, aquí se viene a comprar con dinero, no a robar…- Sam toma a Emily de la mano, ignorando las crueles palabras de esa mujer por completo y la lleva hasta el mostrador, con simplemente verla sabía que en ella no había maldad.
-Cuéntame muchacha, ¿dónde está su padre? -Sam la mira compasivo.
-Simplemente nos abandonó- la voz de Emily se quiebra por completo.
-Bueno, tienes que ser fuerte, pero robar no es la solución- Sam alistaba en una bolsa una cantidad de comida, leche y pañales para su bebe, ella no comprendía que pasaba, pero por lo menos no pasaría hambre.
-Lo sé señor, realmente no quería robar nada. Te pagaré en cuanto encuentre trabajo. Es que llevo una semana buscando sin suerte.
-Pues bueno, con esto solucionaras un par de semanas, déjame tu número de telefono, te ayudaré a conseguir empleo, ¿Qué haces?, me refiero ¿a cuál es tu profesión?
-Señor, no tengo profesión, pero trabajo en lo que sea, mire este es mi número- ella toma el bolígrafo de encima del mostrador y le anota su teléfono- por favor llámame si sabe de algo.
- ¡Definitivamente! Que suerte tienes, no le puedo creer señor Sam, que, en lugar de querer enviarle a la cárcel, simplemente quiera ayudarle, hay que robar para recibir ayudas- la mujer que la descubrió estaba ardiendo de la ira
-Margarita, que tu tengas buenas oportunidades, no quiere decir que todos las tengan por igual, mira esta pobre muchacha, tal vez lo único que necesite es una mano amiga- Emily se sonroja con las palabras de aquel amable señor, de repente la puerta del súper se abrió.
Ante los ojos de Emily se estaba presentando un ángel, el hombre más guapo que sus ojos habían visto en su vida, él era alto, elegante, su rostro parecía tallado por los mismos ángeles, pero su voz la saca del sueño.
- ¡Margarita! ¿Cuánto más tengo que esperar por el café? Vamos tarde para la reunión – él hombre dirige la mirada hacia la mujer.
Epílogo.Habían pasado dos años, y la felicidad entre Emily, Frank y los niños era absoluta, y habían elegido ese día para festejar que las cosas marchaban mejor que nunca en sus vidas. La casa en la playa era hermosa, una residencia acogedora con una vista espectacular, por la ventana de su habitación podía respirar se la fresca brisa del mar con tan sólo abrir la ventana, y Emily estaba completamente obnubilada disfrutando de todo aquel entorno que aumentaba su alegría y embargaba sus sentidos. Frank la había ayudado a instalar a los niños en sus respectivas habitaciones, y estaban deseando poder ir a la playa y pasarla bien todos juntos.– vamos chicos, terminen de guardar sus cosas, yo iré a buscar a su madre para que vayamos a la playa – pronunció Frank emocionado.– vayamos ya, papá, que mamá se reúna con nosotros después – protestó bella.– nada de eso, señorita, iremos todos juntos como la familia que somos, y no se diga más, todos a sus habitaciones, ahora, nos vamos en 10 mi
¡Justicia por fin!Emily fue llevada al hospital por la gravedad de su herida tuvo que pasar varios días allí, mientras tanto, Bruno tambien se recuperaba del golpe que le habia dado Frank, pero en esta oportunidad, estaba completamente débil y solo, no tenia ninguna esperanza de darse a la fuga, Frank había aprovechado para visitarlo en el hospital antes de que se fuera a la cárcel.—Frank, hermanito ¿Qué estas haciendo aquí? ¿viniste a burlarte de mí? Mírame, por fin estoy preso, como siempre lo quisiste —Bruno levanto su mano que la tenía sujeta a la camilla con una esposa.—Por supuesto que no Bruno, por ninguna razón quiero burlarme de ti, se que nunca pude relacionarme de la mejor manera contigo, pero quiero decirte que, en fondo de mi corazón, jamás espere que nosotros como familia hubiéramos terminado de esta manera, se que mis padres en donde quiera que estén se estarán revolcando en sus tumbas por todo esto.—No seas ridículo Frank, a mi si me importa muy poco lo que tu pie
Esta vez no podra escapar Sara por su parte estaba escuchando todo en la llamada, había tomado el auto y estaba conduciendo a toda velocidad hasta la casa de David, no sin antes haber llamado a la policía, la llamada nunca se colgó, inclusive hasta el momento del impacto, Clemencia le había prestado su móvil para llamar a la policía, pero mientras conducía no les pudo avisar que habia alguien herido.—Mierda, no puede ser, ¿Quién estara herido? Que hago que hago, Emily no puedes ser tu.Sara no tuvo más opción que colgar la llamada y utilizar su telefono, paro por un segundo, sus manos no dejaban de temblar, y llamó una ambulancia, ya estaba cerca a donde quedaba el departamento de Bruno, estaba nerviosa, angustiada, si a Emily le pasaba algo era completamente su culpa.Cuando llego al lobby del conjunto, entro corriendo, espero el ascensor, y los minutos se le hicieron eternos, llamó incontables veces al telefono de Emily, pero nadie le tomó la llamada, cuando llegó a la puerta del
Un arrepentimiento no tan tardíoMientras tanto Sara, había alquilado un auto con parte del dinero que Bruno le había pagado por la firma de los papeles, pero durante todo el camino no dejo de pensar en lo que le habia dicho y hecho a Emily, ya estaba como a dos horas fuera de la ciudad, no dejaba de darse golpes de pecho, y sus lágrimas le recorrían las mejillas.—No puedo creer lo que hice, no puedo creerlo, no puedo salir huyendo como una cobarde, tengo que pagar por lo que hice —se repetía durante todo el camino.Así que, sin pensarlo dos veces, giro su auto de nuevo con dirección hacia la ciudad, pero esta vez a toda velocidad, iría por unos documentos que había dejado en su antigua casa y enfrentaría a Emily con gallardía, si tenía que irse a la cárcel, pues lo enfrentaría, así como Emily muchas veces tuvo que enfrentarse a miles de adversidades, y fue valiente.Condujo impaciente hasta su casa, freno tan fuerte que el rechinar de sus llantas se escucharon hasta la casa de Cleme
Bruno—Ya deja de reírte como un maldito desquiciado, y dime ¿Qué es lo que esta pasando aquí? —los ojos de Frank estaban consumidos por la furia. Mientras que los de David, estaban completamente idos.—Frank, por favor ¿Qué esta pasando? —ahora Emily estaba nerviosa, despues de que Frank le suplico porque salieran del lugar, era ella la que rogaba porque se fueran.—Emily este maldito tiene muchas cosas que explicar, no es una coincidencia que se haya acercado a ti, y sin ninguna razón te haya querido hacer daño.—Frank realmente no estoy entendiendo nadaDavid dejo de reírse, se sirvió un vaso de agua, se lo tomo de un solo sorbo, respiro profundo y se quedó mirándolos a los dos fijamente.—Creo que ya estas cayendo en cuenta de algunos detalles querido Frank, pero es que sería tan fácil decirte las cosas en este momento que le perdería sentido a todo este asunto.—Déjate de estupideces, dime ¿Por qué razón tienes esta foto en tu casa? ¿te mando mi hermano? ¿sabes en donde esta Bru
Enfrentando a DavidUnos minutos más tarde, cuando Emily por fin pudo entender que efectivamente ya no podía hacer nada, miro a Frank, sus ojos estaban completamente consumidos por el llanto y el desespero.—Frank, vamos a la casa de David, por favor—Lo más seguro es que ese tipo ya no este allí, debemos ir con la policía.—¿La policía? Tu sabes que la policía en esta ciudad no sirve para nada, cuantas injusticias pasaron con Bruno y jamás paso nada, necesito que me acompañes por favor, tú eres la única persona con la que cuento en este momento, si tu no me acompañas, tendré que ir sola Frank.—Emily, no se trata de que vayas sola o conmigo, se trata de que no tienes nada que ir a ese lugar, pero si es lo que consideras correcto, esta bien, vamos a ir.Frank arranco su auto, y se fueron directo al departamento de David, con los nervios destrozados, Emily llego directo a golpear a la puerta del malvado hombre, para su sorpresa, y como algo que no esperaban. Él si estaba en la casa.—V
Último capítulo