CAPÍTULO 52.

Es irónico que la casa de Julia esté a menos de quince minutos de la de Román. Como una sombra que nunca desapareció del todo. Como un fantasma con piel de porcelana y voz manipuladora.

Estaciono frente al portón y respiro hondo.

Sé que lo que estoy a punto de hacer me va a doler más de lo que estoy dispuesta a admitir, pero también sé que es lo correcto. Por Paloma. Por Román. Por la familia que ellos han intentado construir entre las ruinas del pasado.

Apago el motor. Mis manos no temblaban, aunque algo en el fondo de mi pecho vibra con la furia contenida de un volcán. Me bajo del auto. El aire caliente de Houston pega en mi rostro como un recordatorio de que la realidad es inevitable. Tocó el timbre y el portón no tarda en abrirse. Una mujer uniformada, con expresión neutra, aparece detrás de la reja negra. Me observa como si esperara que yo dijera una palabra clave para validar mi existencia.

—¿Sí? —pregunta, sin amabilidad, sin hostilidad. Simplemente... ahí.

—Buenos días. ¿La se
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App