Punto de Vista de Héctor
La velocidad con la que conducía de regreso a la Manada del Fantasma Oscuro no era tan rápida como cuando la había dejado. Necesitaba tiempo para calmarme, y el viaje de vuelta resultaba perfecto para hacerlo.
No quería que Carla se involucrara, porque su reacción a la invitación había dejado claro que no deseaba tener nada más que ver con Tomás, y no iba a permitir que siguiera siendo arrastrada a mi complicado pasado con él y Elena.
Carla ya había sufrido bastante.
Me siguieron durante todo el trayecto de regreso. Algunos guerreros selectos del Desierto Ámbar habían recibido la tarea de asegurar mi retorno a la manada, manteniéndome bajo vigilancia constante.
Dejar a Elena después de apenas haberla visto había sido doloroso, cuando lo único que quería era saltar esa verja, abrazarla y sacarla de ese lugar tóxico.
Abandonarla me había causado un dolor punzante en el pecho. Algo andaba mal, pero no lograba identificarlo.
Llevaba cuatro años inconsciente y él ni