- Ahora te comportas como una princesa… - dijo Alfa Caleb poniendo los ojos en blanco.
- Lo siento… - dijo - Todo esto ha sido demasiado…
- Actúas muy asustada para ser alguien que hace unas horas me pedía que la asesinara…
- Tal vez, Hasú me hizo ver las cosas desde otra perspectiva… - dijo Namar sin levantar la vista.
- Hasú ¿Eh? - Dijo pensativo.
En ese momento, Astrid y Asya acudieron, para ayudar a Namar.
- Llévenla a sus aposentos… - Dijo Alfa Caleb - déjenla descansar, mañana debe acompañarme.
- ¿Acompañarle, Alfa? - preguntó Namar
- Debo ir de visita a una de nuestras manadas aliadas, mi Luna debe acompañarme. Debido a los recientes acontecimientos, no es seguro que permanezcas sola aquí mientras yo no esté.
Alfa Caleb se retiró y las tres lobas se quedaron un momento en silencio, sin poder contestar nada. Asya y Astrid ayudaron a Namar a llegar de vuelta a su habitación. Cuando cerraron la puerta de la alcoba, Namar se sentó en el gran sofá y dijo.
- Las cosas no podrían ir