Amelia se había quedado dormida por fin. Mi abuela fue de gran ayuda para calmarla. Sé lo que duele perder a una madre, pero al menos yo contaba con el resto de mi familia. Ella no, se quedó sola. Sus abuelos no los conocía mucho…
—Dejemos que descanse. Con el calmante dormirá hasta mañana. Ayúdame a hacer la cena.
—Jonathan no se ha ido, con la evidencia recopilada por la madre de Amelia podrán capturar a muchos.
—Si mi amor, lo importante es ir solucionando cada caso. Por ahora es bueno liberar a Amelia, luego a Cameron y a su madre de esos bastardos, y al padre del imbécil que intentó abusar de ti.
Llegamos a la cocina. El apartamento era hermoso. Escuchamos el tirar de una puerta y al asomarnos en el pasillo vimos a Cameron hacer pataleta mordiéndose la mano para no hacer ruido.
—Este culicagado me va a escuchar.
Terminé de hacer la cena para todos y Cameron me ayudó. No hablamos, cuando pasaron los minutos ya estaba calmada. Cenamos sin problema, Jonathan luego se despidió.