DAMIÁN
Todos nos miran sorprendidos y, como siempre cuchicheando a nuestro alrededor, había olvidado lo que era estar en medio de un lugar como este, donde hay personas que no tienen nada mejor que hacer, que querer meterse en la vida de los demás.
—No pensé que hablaras en serio, pero no lo hagas por obligación, Damián, o por callar bocas, como dicen, no es necesario. Hace mucho tiempo que los que otros opinen dejo de importarme en realidad, no pretendas ser quien no eres cuando estás conmigo
A veces me quiero dar contra la pared por la cabezota que puede ser Nathalie sin proponérselo, ella no se da cuenta o tal vez no quiera hacerlo, es que yo de alguna manera necesito que todos sepan, que se enteren de una vez que ella no está libre, quiero que todos los hombres que se atrevan a mirarla sepan que ella es mi esposa y que dentro suyo lleva a mis hijos, quiero gritarlo a los cuatro vientos si con eso todos se enteran.
—Yo no bromeo con eso, Nathalie, te lo dije, no me importa lo que e