28-Nada es más importante.
Amelia estaba sin control-¡ERES UN MALDITOOO, TE ODIO, TE ODIO, TE MERECES PODRIRTE EN EL INFIERNO!!- le gritaba mientras le daba golpes a Pablo sin control.
-Hija por favor para, piensa en tu bebé, no te puedes alterar así de esa manera-le decia Ania preocupada por el estado en el que estaba Amelia.
-¡Ya deja la rabieta!-le gritó Pablo en lo que trataba de controlarla para que no le diera más.
-Ya mi niña ya por favor-se metió en el medio de los dos Ania abrazándola-vamos cariño, tienes que ser fuerte.
-Ese hombre es el amor de mi vida, mamá-decía entre lágrimas- es el padre de mi hijo, ¡que hice por Dios! que le acabo de hacer, no me lo va a perdonar, mamá, Fabio nunca me va a perdonar esto.
Ania tuvo que sostenerla porque perdió la poca fuerza que le quedaba.
-¡Vete de aquí, ya hiciste todo el daño que querías!-le gritò Ania a Pablo mientras sostenía a su hija-¡vete y no nos molestes más!
-Ya me voy pero regreso mañana, aquí no pueden quedarse, Fabio va a dar con uste