Capítulo 12. Parte 3
Antonella:
Miro angustiada a Cinnia, pues hubo una vez en que la reunión tuvo que ser suspendida a última hora, y como los padres ya venían en camino, Cinnia debió quedarse a charlar con ellos-. Lo llamaré inmediatamente, ¿puedes recibir a los niños mientras voy al patio a hablar?
—Sí, ve...
Con manos temblorosas busco el contacto de Bruno. Tal vez es exagerado para la gente común, pero si viviesen con él, lo entenderían. Además, yo soy un tanto especial, y todo gracias a mi padre, que me crio de una forma muy exagerada en cuanto al machismo. La mayoría de las veces soy rebelde, pero en pensamientos, y las veces que he tomado acción es porque estoy muy segura de que no me descubrirán.
—¿¡Qué quieres!? —responde, y aunque es un antipático, no me sorprende que responda de mala manera, pues es su forma de ser.
—Olvidé decirte algo importante... —digo cerrando los ojos, como si él estuviera presente.
—¿Qué sucede?
—Es que hoy tengo reunión de padres y...
—Bueno, adiós.
—¿Y la cena? —logro