OMNISCIENTE
1/2
Las nubes grises cubrían por completo la ciudad, no había rastro del sol que se encontraba oculto bajo las espesas nubes. Tampoco era un día cálido como lo habían sido los anteriores, si bien no llegaba a ser gélido, se podía sentir la brisa de baja temperatura azotar la piel.
El trafico ya comenzaba a cobrar vida por las transitadas calles, el aroma a café y pan recién horneado flotaba por fuera de los locales que comenzaban a abrir y atender sus primeros clientes. La gente comenzaba a fluir por las calles adentrándose en los subterráneos para subir al metro e ir a sus respectivos trabajos.
Las calles cobraran vida ante los mares de gente moviéndose por ellas para llegar a los lugares donde cada uno debía ir. Todos caminando deprisa, todos hablando rápido, todos apresurados con aquel típico animo de mañana en una gran ciudad.
Todos menos una pareja que recién comenzaba su día, pero de la misma manera que todos. Sino que su día iniciaba un poco más agitado.
Eric se mecí