Sophia no es la tipica loba Alfa, está por recibir su primera transformación y ya ha malogrado a su loba, tiene muchas cosas que mejorar como persona, pero también es cierto que ha sufrido mucho. Sin embargo, recibir una loba defectuosa y debil y tener como pareja destinada al rey de los vampiros debe ser el peor castigo que se le podía haber impuesto. ¿Logrará Sophia superar los daños que le causó a su magia? ¿Podrá encontrar la felicidad al lado del representante de sus enemigos naturales los vampiros? ¿O la diosa le levantará el castigo y la dejará unirse a un mate licántropo? Sophia solo anhela una nueva oportunidad con el hombre que ama, pero no sabrá si el amor es suficiente para superar la atracción que se desencadena entre Magia y Sangre.
Ler maisDragos estaba furioso y prefirió alejarse de la multitud.
Hace poco, vampiros, licántropos y hechiceros se habían unido para acabar con el rey de los licántropos.
Ahora en medio del júbilo por la victoria y lo más cerca de la paz que habían estado nunca licántropos y vampiros, la diosa Selene manifestó que quería reunirse en persona con los lobos de una manada elegida.
La diosa de la Luna no convocó a Dragos, lo ignoró como es su costumbre, aun cuando Dragos era su nieto verdadero y por derecho, lo más cercano a un dios entre los sobrenaturales.
Sus súbditos vampiros no lo podían creer, la diosa se presentaría en este plano y no convocaba al rey de los vampiros, se preguntaban si seguirían presos de la maldición que la diosa impuso al padre de Dragos para todos ellos por más de medio milenio.
—Desgraciada, por eso mi padre quiso matarte —musitó Dragos y deseó que la diosa pudiera oírlo, caminaba por el bosque a la orilla del río, no tenía rumbo, solo quería alejarse—. No te daré el gusto de mostrarte mi molestia, me quedaré, brindaré con tus lobos favoritos y lograré que estén a mi servicio.
Entonces el inconfundible contorno de una mujer se hundió en el río.
Dragos en seguida desconfió, olfateó y el aroma de la chica era humano, ligado a cicuta.
Sintió curiosidad, la cicuta era una hierba tóxica para los lobos, ¿por qué una chica llena de aquella hierba en su sistema andaría sola en territorio de manadas de licántropos?
Dragos desde la orilla la vio flotando boca arriba, dentro de segundos la corriente la llevaría y más adelante el río se volvía caudaloso.
— ¿Quién eres y qué pretendes?
La chica se sorprendió y la corriente la llevó arrastrando.
— ¡Ayuda!
Dragos le dio la espalda para irse, pero la curiosidad le ganó.
—Quizás es carnada de cazadores de sobrenaturales, veamos de qué se trata.
Dragos utilizando su velocidad sobrenatural, entró al río y la sacó a la orilla.
La chica era de tez clara y cabello oscuro, su piel brillaba con la luz de la luna de manera hermosa, hasta que vio sus piernas, en los muslos contorneados había horribles cicatrices.
— ¿Qué demonios buscas por aquí chiquilla?
La chica abrió los ojos y a pesar de la oscuridad Dragos pudo ver sin problema que sus ojos verdes eran muy bonitos, pensó que su intención no era buscar una mujer esa noche, pero ya que el río se la regalaba, él no iba a rechazar ese rico bocado.
—Me salvaste del río, lo mismo le pasó a mi hermana, la diosa me ha enviado a mi pareja…
Y entonces la chica se echó a reír eufórica, la declaración de la chica fue muy romántica, pero su risa estridente dejaba en evidencia que lo decía en burla, claramente estaba muy dopada.
Dragos unió sus cejas.
—Sabes acerca de la diosa ¿Te han enviado cazadores de monstruos?
La chica se echó a reír de nuevo y negó con la cabeza.
—Mi nombre es Sophia Lewis, soy Alfa heredera de la manada Luna de Hielo y en la siguiente medianoche tendré mi primera transformación.
Ahora fue Dragos quién río.
—Y lo celebras consumiendo cicuta y cannabis, sí que eres osada ¿acaso no sabes que eso podría matarte?
Sophia, subió los hombros mostrando desinterés.
— ¿Cómo te llamas?
—Dragos…
—Es un nombre extranjero ¿A qué manada perteneces?, no te había visto antes.
— ¿Manada? —Inquirió Dragos y entonces entendió—, oh claro, eres humana aún y no percibes mi aroma.
—No me digas que eres un vampiro —ironizó ella.
—De hecho soy el rey de ellos.
Sophia se asustó y quiso alejarse de él, logró arrastrarse en el lodo con los brazos.
—Aléjate de mí…
Dragos la miró divertido y esperaba que saliera corriendo gritando, pero ella resbaló y siguió tratando de arrastrarse hacia atrás, entonces se dio cuenta que no podía mover las piernas y recordó las cicatrices.
— ¿Qué le pasa a tus piernas?
—Soy inválida… —espetó muy obvia.
— ¿Cómo diablos llegaste a la mitad del bosque?
—Empujando mi silla de ruedas —Sophia miró a su alrededor— ¿Y mi silla de ruedas?
Obviamente estaba muy dopada.
—Escuché que eres un grano en el culo para tu familia —comentó él.
—En todas las familias hay un descarriado.
Sophia dejó de arrastrarse, no tenía sentido, aceptó que estaba a merced de él
—Ni que lo digas…
— ¿Vas a morderme? —preguntó Sophia y se sorprendió de la tranquilidad con la que aceptó su destino.
—Sí, pero me has caído bien Sophia, así que te haré disfrutarlo.
—No me mates, o la manada de mi hermana te matará —espetó Sophia y Dragos la miró sin entender.
—Creo que quieres morir. Consumes la hierba tóxica para tu especie, alejada de tu manada a horas de tu primera transformación.
Sophia lo miró con ojos tristes y subió un hombro.
— ¿Nunca has hecho algo que sabes que es malo para ti, pero no quieres renunciar al placer que te provoca?
Dragos parpadeó y no sabe lo que sus palabras lo hicieron sentir exactamente.
La miró a los ojos y produjo un efecto de languidez en Sophia, la euforia pasó, dejando una sensación de felicidad en calma.
Dragos entonces dejó ver sus colmillos largos.
—En un instante no seguirás sintiendo miedo, pequeña, solo placer de darme tu sangre.
Dragos mordió su cuello y ella no sintió dolor, los latidos de su corazón se desbocaron y siente pulsaciones al sur de su cuerpo que clama por ser poseída por él.
Dragos se deleitó con su sangre, dulce como las frambuesas mientras veía el pasado de Sophia y todos sus pensamientos y secretos detrás de sus párpados como si fuera una película, una extraña sensación que nunca sintió al alimentarse lo invadió, profunda tristeza por lo que sentía ella, entendió que ella es única.
«Me pertenece»
Casi la suelta y deja que se la lleve la corriente.
—De haberte mordido siendo ya una loba no hubiera habido marcha atrás —exclamó sintiendo terror por primera vez en su vida—. Maldición. Eres mía…
— ¿Soy tuya?
Dragos la separó de él.
—No quiero una pareja destinada loba; eso sería mi ruina y mi caída como le ocurrió a mi padre.
— ¿Por eso me siento así?
—Lo que sientes es mi hipnotismo.
— ¿Entonces no es real? —musitó Sophia confundida.
Dragos aspiró su aroma y besó su mejilla, ella se veía tan desamparada, tan vulnerable sin poder mover sus piernas, enfureció con su suerte y con los designios de la caprichosa diosa; la agarró del mentón con fuerza y la miró a los ojos.
—Tendrás tu primera transformación y te dedicarás a buscar a tu mate lobo, jamás te acercarás a los vampiros y olvidarás esta noche.
Sophia repitió hipnotizada:
—Buscaré a mi mate lobo, me alejaré de los vampiros y olvidaré esta noche…
—Eso es, pequeña, porque solo esta noche te podré tener…
Dragos tomó sus labios en un beso apasionado y ella se entregó correspondiendo al placer que siente con su toque…
6 meses después. Sophia estaba arreglando su cabello frente al espejo. —Sophia, Zack nos espera para llevarnos a La Corte —le informó Dragos abriendo la puerta de su alcoba. —Dragos, ¿cómo crees que debo presentarme con el cabello suelto o recogido? Dragos entró y cerró la puerta. —Mi amor, yo te prefiero desnuda, con el cabello suelto, pero debemos irnos, a menos que quieras quedarte, yo encantado. —Hablo en serio. —Yo también… —Creo que estaré bien con un semirecogido, para verme distinguida, pero amistosa, ¿cómo crees que deberían verme los estudiantes en la academia? —No por más de cinco segundo y sin olvidar que eres mi reina si quieren seguir viviendo. —Dragos, como directora de la Academia para Sobrenaturales tendré que hablar seguido con muchachos tontos recién transformados, pero sabré darme a respetar como su directora, no como reina de los vampiros. Dragos rodó los ojos. —Aun no me convence tu trabajo. «Si te quedas junto a
Dragos tomó la mano de Sophia y se alejaron, Dragos la llevó a la naciente del río. —Me encanta este lugar —le dijo Sophia—, aquí descubrí que te amaba, creo que tú también. Dragos sonrió. —Yo empecé a amarte antes de eso, también en un río. Sophia lo recordó. —Que mentiroso eres, me pediste olvidar y jamás buscar a los vampiros. —Por eso huiste de mí, porque ya tú querías quedarte. —Qué presumido eres, aparte de mentiroso. Dragos reía a carcajadas. —Te dije que nunca te acercaras a los vampiros porque me asustó lo que sentí por ti, yo solo quería alimentar mi absurda infelicidad y sabía que tú traerías luz a mi vida oscura. Sophia lloró. —Es lindo que lo pienses, y también irónico, porque tú me sacaste de la oscuridad —Sophia calló un instante de reflexión—. Mi padre decía que tiene que ser de noche para que podamos ver la belleza de la luna y las estrellas, quizás tú y yo nos enamoramos debido a nuestra oscuridad. —Eso está bien, porque yo no podr
—Dorian por favor resiste —le pidió Sophia llorando, el licántropo seguía vomitando sangre—. Debo llevarte con los hechiceros, ellos podrán ayudarte. Sophia trató de moverlo, pero de nuevo el puñal se movió dentro de su pecho. —Esa desgraciada hechicera ¿cuántas vidas más desgraciará? —Ya ninguna, le arranqué la cabeza —murmuró Dorian. — ¿Por qué te atravesaste?, la tenía dominada. —Mi instinto era proteger a mi mujer. Eso hizo llorar más a Sophia. —Perdón Dorian, soy yo la culpable de tu muerte. —No te preocupes, ya me había llegado la hora antes y me salvaste para darme un poco de la felicidad siendo mía. —Yo no me canso de hacer las cosas mal, de lastimar a otros. —No es mi caso, tú eras mía y no supe verlo, cuando me di cuenta, ya era tarde, ahora al menos no pasaré por el dolor que me rechaces. —Lo dices como si no te doliera tu herida. —Debo verme muy macho, morir como un Alfa. Ay Dorian —se lamentó Sophia abrazándolo. —No estás hipnotiz
Horas más tarde Dragos y Gerald recibían a la manada suprema en las puertas del reino. — ¿Sophia está bien? —Preguntó Briana. —Está en el castillo —respondió Dragos serio. —Estoy de acuerdo que esté contigo —le aclaró Briana—, o mejor dicho, que esté de acuerdo está por verse, pero no vengo a pelear contra ti, la diosa le informó a Kiara que la ayudó a llegar aquí. —El problema es que aunque Dorian no quiere una guerra y solo viene por su mujer, el Alfa de la manada Lucero si desea sublevarse desde hace rato —informó Kevin. —Sophia no se irá con él, no sin que antes me mate, y si lo hace la guerra se desatará igual —dictaminó Dragos. —Más aún si el Alfa Jared viene a matarme —anunció Gerald. — ¿Qué tiene contra ti el otro Alfa? —le preguntó Dragos a Gerald. —Un lobo abominable mató a su padre, justo después de decir que yo era quien los lideraba para derrocar a August. —¿No era cierto? —Preguntó Dragos. — ¡Claro que no! —gritó Gerald exasperado. —Solo
Sophia parpadeó y ya no estaba en su habitación, sintió la brisa en su cara y la hermosa vista nevada. —Esto es Transilvania —Sophia puso las manos en su boca y de repente estaba muy nerviosa—, ¿cómo llegué aquí? Mystique le respondió: «La diosa nos trajo; comprendí que antes la culpa no me dejaba verlo, pensé que mi error comenzó en aconsejar a Nora venir con Costel, que eso causó su muerte y sufrimiento de Nora, temía equivocarme contigo, pero ahora entiendo porque volví en ti, Sophia, yo le debo esto a Dragos» Sophia no estaba tan segura y le contestó en su fuero interno. « ¿Y si Dragos me rechaza?, nosotros nos despedimos, ahora estoy aquí vestida de novia para casarme con otro» — ¡Sophia! —Ella volteó al escuchar la voz que la llamó y quiere desaparecer, ahora le parece que realmente es mala idea, pero sin embargo, Dragos está lejos de criticar su presencia, se la devora con la mirada—. Estás bellísima. Sophia se mira el enorme vestido. —Soy una desvergo
El Alfa Jared y sus hombres llegaron a Alaska con Sophia y Dorian, Thalia la madre de Sophia y Emma la Beta de Briana ya tenían casi todo listo para la boda. Apenas llegó Sophia la agarraron del brazo y la apartaron del novio arguyendo que debían verse de nuevo frente a los Alfas Supremos que los casarían por las leyes de su especie. A Sophia la llevaron a su habitación y estaba allí Rhiannon cosiendo canutillos y brillantes a un espectacular vestido blanco. —Rhian, viniste —Sophia se echó a llorar y la abrazó. —Claro que vine, ¿cómo se te ocurre que me perdería la boda de mi mejor amiga? —Es que creí que Gerald… —Él no vino —musitó Rhiannon y Sophia lloró más, Mystique estaba igual de triste y por completo acoplada con Sophia, ambas vueltas un lío. —Es lo mejor, pero lo extrañaremos Mystique y yo. —Él te manda los mejores deseos, Sophi, pero la cosa es que como todo está tan tenso con el Alfa de la Manada Lucero, mi hermano Kevin prefirió tener
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