Pero también sabía que había dramas en los que era mejor no involucrarse. Y dado que Sebastián era un típico empresario arrogante cuando intentaba conquistar a alguien, lo último que quería era ser víctima de su mal humor.
Tomé una decisión rápida y me metí en el elevador.
Sabía que los tíos ya estaban en camino a Ciudad de México. Si no lograban encontrarla, probablemente vendrían a buscarme.
Cuando llegué a casa, hablé con la administración del edificio y les mostré fotos de los padres de Sara. Dejé claro que no debían dejarlos entrar al condominio y que me contactaran si llegaban a aparecer. Estaba preparada.
Lo que no esperaba era que los padres de Sara fueran directamente a Voces Latinas a buscar a Ammy.
Salí a hacer unos recados y, al pasar por la revista, vi a Ammy lidiando con una muy molesta Belen y un aún más alterado Oliver.
Decidí estacionarme en un lugar discreto para observar cómo se desarrollaba la situación.
—Nos llamaste diciendo que nos ayudarías a encontrar a nuestra