- ¿Vendrás... ¿Vienes? - pregunté en voz baja, segura de que pensaban que quería hablar de lo que había pasado con Dimitry, en cuyo caso se equivocaban.
- Lamentablemente no podremos llegar antes del fin de semana.
- ¿No? - me enjugué una lágrima obstinada.
- No -confirmó ella.
¿Cómo que no podrán venir antes del fin de semana? Siempre me daban prioridad. Y yo los necesitaba urgentemente a los dos. ¿Y la respuesta era "no"? ¿Qué coño estaba pasando?
- Mamá... - No sabía qué decir.
- Mi amor, si puedo garantizarte que estaremos allí el fin de semana, es porque lo haremos. De momento... es imposible.
- Pero... ¿Es imposible para nosotros? Mi padre siempre decía que nada es imposible.
- Sé que tenemos que hablar... Los cuatro. Pero... Desafortunadamente, no puede su