Cerré mis ojos por un segundo, la presión en mi mano por parte de Patricia me hizo mirarla.
—Voy a necesitar tu ayuda Infanta. —Iba a soltar mi mano y la presioné—. Te llamo así por cariño.
—No la sigas embarrando. ¿Qué necesitas?
—Organicen todo, hay que bajar comida, una muda de ropa y lo necesario para los bebés, voy a bajar a Lupe primero y ya regreso por ustedes, la puerta es antibalas, ¿sabes usar un arma?
—Sí
Afirmé. Me acerqué a la puerta de entrada y puse mi huella digital en la parte superior de la toma para encender la luz, saqué las dos armas, los cuatro cartuchos de repuesto y se los entregué.
» Esto es serio, ¿cierto?
—Sí, los refuerzos vienen en camino. Pero mientras llegan y sin saber dónde está Arnold, que de seguro lo capturaron, esto se pondrá feo.
—¿Viene mi hermano?
—Sí, y ya sabe lo que te pasó, solo me preguntó que si te había curado a lo que le dije que no. —La vi sonreír—. Después hablamos, las cuidarás a ella mientras atiendo a Lupe. ¡Arinka!
—¿Señor?
—¿Sabes