Maximiliano Pimenova, un multimillonario mujeriego que disfruta de una vida sin compromisos, comienza a sentir la presión que esto conlleva. La prensa no deja de hablar de sus aventuras, éxitos y de los altibajos en su vida, incluyendo el futuro de su empresa. Ante esta constante exposición, Maximiliano decide recurrir a una agencia de vientre de alquiler. Sin embargo, esta elección desata una tormenta de información distorsionada sobre su persona, lo que lo lleva a retractarse y tomarse un tiempo libre. A través de internet, Maximiliano descubre a Valentina, una joven que necesita urgentemente dinero. Valentina carga con la responsabilidad de cuidar a su hermano de seis años desde que su madre falleció trágicamente en un accidente automovilístico hace cuatro años. La tragedia se hace aún más grande cuando se descubre que el responsable del atropello y fuga de la madre de Valentina fue el propio padre de Maximiliano. ¿Podrá Valentina darle un hijo al hombre que mató a su madre? ¿Será capaz Valentina de no desarrollar sentimientos hacia Maximiliano a lo largo de esos meses? Amar puede ser fácil, pero perdonar... eso es complicado. El bebé del jefe millonario los enlazará y traerá demonios del pasado.
Ler maisMaximiliano, quien acababa de dar una rueda de prensa en donde estuvieron casi veinte periodistas haciendo preguntas por doquier y sin parar, algunas incómodas y otras que verdaderamente lo hacían enfadar un poco. La realidad es que ellos estaban allí para preguntar por su trabajo y no por su vida privada, pero siempre que podían, había alguien que cuestionaba sobre su vida amorosa, y eso era algo que no le agradaba en absoluto, no era problema de nadie si estaba soltero o no, era su decisión continuar así o decidir tener un compromiso.
—Ya estoy cansado de lo mismo, eh —le dijo a su amigo mientras estaba hablando con él a través de una llamada. Ahora mismo el hombre se encontraba en su despacho luego de haber dado esa rueda de prensa, lo que lo dejó un poco molesto—. No es asunto de nadie si estoy en una relación o no, es lo que más me enfada. Que siempre hagan ese tipo de preguntas cuando la rueda de prensa se trata sobre el trabajo y no sobre mi vida privada, es algo que ya no tolero. —Lo sé, amigo. Pero entendí que eso ya no te importaba la última vez, ahora veo que te estás preocupando demasiado. Lo que quiere decir que le estás dando importancia a un asunto y si ese es el caso, entonces también creo que te estás planteando comenzar una relación para que la gente deje de hablar. ¿Realmente quieres iniciar algo con una persona o hacer algo al respecto para que ya dejen las habladurías y esto no afecte tu trabajo? —Pues no estoy seguro si la solución sea conseguir una persona y fingir que estamos comprometidos, pero si mantenerme soltero puede alejar proyectos de la compañía, entonces debo hacer algo para que eso cambie. —¿Sabes en qué estaba pensando? puede qué tal vez te parezca una locura pero es una idea que podrías tomar en cuenta ya que no quieres tener ningún tipo de compromisos con una persona, podrías hacer lo siguiente, acudir a un centro de inseminación artificial y pagarle a alguien para que te dé un hijo. Pues el problema de todo esto es que la gente tiene la duda respecto si puedes o no dar hijos, ya sabes siendo hijo único es lógico que se preocupen por el futuro de la compañía incluso cuando eso no es asunto de nadie, solo tuyo. —¿Estás diciendo que debo tener un heredero que se encargue de todo cuando ya no esté al poder de la compañía? —Eso sería pensar en grande, en el futuro. No lo sé, solo te estoy dando una idea ya que tú no quieres tener una relación con alguien y formar una familia como lo haría cualquier otra persona, tómalo como una sugerencia o un consejo, no lo sé... Tal vez después de todo puede ser una locura y lo mejor es que no se lleve a cabo, o si tú lo decides, podrías hacerlo. —Eso es algo en lo que me dejas pensando, pero no estoy seguro si sea correcto, estaría tomando un riesgo bastante grande aunque sí recurro a esa agencia de inseminación artificial, las cosas serían de forma legal y supongo que la persona involucrada guardaría el secreto porque la otra cuestión es la prensa que se entera de todo y siempre quieren estar inventando historias que podrían afectar más todo, y sería difícil mantenerme en esta posición. ¿Lo entiendes? Sí que no estoy pensado, suena descabellado, pero... —Lo sé, tampoco serías la primera persona o la última que lo hace —le expresó y asintió con la cabeza, aunque no podía verlo. —Sí, sé perfectamente eso, aún así no deja de ser algo en lo que deba pensar seriamente, porque no es cualquier decisión la que estaría tomando. De todos modos te agradezco que me hayas dado esa sugerencia, de verdad por mí cuenta no lo habría pensado, creo que no podré centrarme mucho en el trabajo de tanto pensar en eso, ahora mismo te voy a dejar porque todavía tengo muchísimas cosas por hacer y si continúo hablando, estoy seguro de que voy a tener que irme demasiado tarde a casa y ya ha pasado tantas veces en la semana que no quiero llegar tarde otra vez al piso. —Vale, Max. Hablamos luego. También tengo mucho que hacer, eh. La llamada finalizó. *** Después de que había terminado de hablar con su amigo Félix, el hombre retomó sus pendientes, los cuáles eran muchos. Si realmente quería irse temprano a casa, tenía que tratar de terminar sus cosas ese día y no dejar que se acumularan para el día siguiente, en ese momento su secretaría de nombre Mariana López había tocado la puerta, la podía ver a través del vidrio, siempre con papeles encima, eso significaba más cosas por revisar, de verdad que no paraba, era imposible encontrar un respiro con tantas cosas por hacer, pero eso era lo suyo... después de todo era su trabajo y aunque lo amaba, ahora se daba cuenta de que lo estaba consumiendo demasiado. Fillipp, su padre, había enfermado hace muchos meses atrás y es por eso que ahora con 58 años de edad, se había alejado de la compañía, dejando a cargo a su hijo quién en los últimos años había hecho un buen trabajo, pero ahora tenía todo el poder en sus manos... ahora que su padre definitivamente no volvería a trabajar y dejaba en sus manos el futuro puede, que por eso ahora se estaba preguntando si realmente sería una buena idea lo de la inseminación artificial. Félix también parecía un poco preocupado por eso, porque fue quién le dio la idea sobre lo de acudir a una agencia o un centro de inseminación artificial, sabía que esas cosas muchas personas lo hacían por diversos motivos y él también tenía una razón para llevar a cabo algo como eso... sin embargo tendría que ser muy cuidadoso porque la prensa no tardaría en hablar sobre ese asunto si se llegaba a poner al tanto. ¿De verdad se lo estaba pensando? Le marcó a Ben, su guardaespaldas, en es momento. —Sí, señor. ¿Qué necesita? —Ben, ahora mismo sigo en la compañía y muy ocupado, lo que te voy a decir es algo importante y confidencial, por supuesto sé que nada de lo que hablamos sale a la luz, pero quiero que lo tomes en cuenta... realmente es un tema delicado y quiero que también seas muy cauteloso al respecto, se trata sobre la inseminación artificial, necesito que me busques información sobre los mejores centros que se dediquen a eso, y me lo hagas llegar lo antes posible. Sin cuestionar nada cosa que tampoco debía hacer el guardaespalda, haría su trabajo. —De acuerdo, jefe. Cuando tenga la información que me está pidiendo de forma inmediata celulares ahora. ¿Necesita otra cosa? —Vale, no, es solo eso. Gracias. —A sus órdenes siempre. Finalizó la llamada. Se había quedado un poco pensativo, porque en serio, ya no le daba demasiadas vueltas a ese asunto en su cabeza, lo quería llevar a cabo y cuando algo se le metía en la mente, tenía que realizarse sin falta.Había sido bastante doloroso darse cuenta y ponerse al corriente de que Maximiliano sabía toda la verdad, no importa si dos días antes se había colocado al tanto, de todas maneras no había sido lo suficientemente valiente, como para de de decirle que ya lo sabía. Valentina había estado molesta los primeros días y así pasó incluso casi dos meses, pero llegó el momento en el que ambos pudieron encontrar al momento adecuado para poder hablar sobre ese asunto y olvidar todo eso que ya tenía que quedarse en el pasado, ya no se podía hacer nada para cambiar lo que se desencadenó. Sin embargo las cosas con el padre de Maximiliano no cambiaron en absoluto. A la joven de costaba demasiado mirar al padre de Maximiliano de otra forma que no fuera como la de una persona señalando a alguien más por un hecho así, algo tan atroz como atropellar a una persona y luego dejar a a la víctima tirada como si fuera una basura. Desde ese día en que maximiliano le confesó todo a la muchacha sobre el pasado
Días después... La muchacha se encontraba en su habitación mientras no dejaba de mirar ese brazalete en la palma de su mano, tenía que deshacerse de ese objeto, ya no lo miraba igual. Pero, en lugar de eso, lo dejó en un cajón, dentro de esa mesita de noche. Ya no lo llevaría. Después del hospital había decidido venirse al piso de Maximiliano, junto a Mario, quien no quería dejarla sola. Ahora estaba a su lado, dormido. Ella ocupaba una habitación de huéspedes. Maximiliano, para estar allí, decidió quedarse trabajando desde el piso para estar pendiente de Valentina. Ese día Lucas Ferrari había acordado llegar para conversar con una muchacha sobre el tema de Mario y de algunas otras cosas que el involucraban de lleno. Aunque ya Maximiliano le había explicado que Luca Ferrari era un hombre que siempre buscaba lo mejor y tomaba decisiones sabías, ella no podía evitar sentirse nerviosa al respecto. Lo que le estaba comiendo la cabeza a Valentina, también era el hecho de que el padre de
Valentina yo empezaba a sentir demasiado frío, y es que nadie me decía estar en un lugar inhóspito como esa y mucho menos pasar por una circunstancia tan horrible como esa. Solo deseaba que la pesadilla acabara y abrir los ojos y estar en casa, sana y a salvo.—Maximiliano... Por favor, ayúdame...Veinticuatro horas después, después me todo ese tiempo Valentina había abierto los ojos y se encontró en la habitación de un hospital. Se sentía un poco desorientada al encontrarse en esa recámara sin motivo alguno y de alguna manera eso la confundía, porque creyó que lo que había vivido solo fue parte de su cabeza y nada más. Pero había pasado. De pronto se puso a llorar cuando vio que Maximiliano fue la persona quién encontró en esa habitación y la abrazó con todas sus fuerzas, aferrándose a ese sujeto con todo lo que tenía, ahora mismo no quería volver a estar en aquella anterior habitación sola y en oscuridad cercana a esos tipos malos que la raptaron, solo para advertir que debía alej
Que pensara de esa manera le dolía un poco, sentía esa presión en su pecho y el corazón le latía con fuerza, amenazando con salirse de su pecho. —Yo que tú dejaría de pensar así —le aconsejó y besó su frente. —Buenas noches, Tina. —Descansa, precioso. Te quiero mucho.—Y yo más —le regaló una sonrisita antes de salir. ...Luca Ferrari había llegado a los Estados Unidos, había acordado verse con Maximiliano, quien tenía que decirle sobre un tema interesante. Había llegado temprano a la oficina ese día. Otros motivos por el que hizo aquel viaje tan largo era porque tenía que hacer negocios. —Maximiliano, que bueno verte otra vez. ¿Es tan urgente el asunto que no me lo pudiste decir por llamada? —quiso saber y él asintió. —Valentina no tarda en llegar, ella es mi asistente y la hermana de Mario. Esperemos un momento, podemos ir platicando de otros asuntos. —Bien, está bien. Empecemos. Los minutos fueron pasando y nada que aparecía Valentina. Él ya se estaba preocupando y es por
Los días posteriores fueron un poco diferentes para la muchacha, quien tenía que hacerse varios chequeos con el fin de que todo saliera bien, en eso también habían aprovechado para ir a ver varios apartamentos. Había una gran variedad de apartamentos, casi todos le gustaban, la verdad es que ella estaría bien en un lugar pequeño, con tal de estar junto a su hermano. Mario estaba muy emocionado mirando la que sería su habitación en caso de que la joven se decidiera por esa. —Todas son hermosas, pero me gustan estas, creo que será idónea, a Mario también le gusta. No puedo creer que podré vivir aquí, es un sitio agradable y hermoso. Me gusta mucho —expresó, estaba muy ilusionada con la idea de poder tener su propio lugar. Y Maximiliano podía ver eso en su mirada. —Muchas gracias por esto, Maximiliano. No sabes lo feliz que me siento, es mi propio sitio. —No te preocupes. En ese momento lo llamaron y tuvo que alejarse para contestar. Ella se quedó en su sitio, admirando la sala, to
Esa mañana Valentina se había despertado muy temprano para su jornada laboral como de costumbre, había elegido la ropa adecuada de la que tenía en su armario. Se sentía muy nerviosa porque justamente ese día lunes le daría una respuesta a Maximiliano sobre el asunto del bebé, no estaba muy segura de si había tomado la decisión correcta pero sentía que de alguna manera tenía que devolver todos los favores, y las cosas buenas que había hecho el empresario por ella, incluso cuando se estaba exponiendo a una experiencia distinta para ella y peligrosa en todos los sentidos, porque algo durante esos siguientes meses podría cambiar y dar giros inesperados, aún así ella estaba después a hacerlo. —Mario, date prisa, por favor —le pidió a su pequeño hermano, quién todavía se encontraba tomando el desayuno y ya tenía que darse prisa para poder llegar temprano al trabajo y cumplir con su horario, sin embargo justamente ese día Mario se estaba demorando más que antes; ella no sabía qué hacer para
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