Capítulo XXXIV...
-Antonio ¿Por qué pasó esto? Él murió hace casi dos años
-Debe ser que utilizaron algún medio de conservación – mirando hacia los técnicos criminalistas – hagan análisis de venenos todos…
- ¿Eh? Antonio…
-Es mejor pecar de desconfiado querida mía…
Elizabeth queda en shock…
-No creo que esa mujer…
-Si fue capaz de matar a tu madre…
Cuando están retirando el cadáver, un sobre cae del cuerpo, Antonio lo recoge y ve que es una carta para Elizabeth…
-Cher, ¿sabías de esto?
- ¿Eh? – recibiendo la carta y así se dispone a leerla
Mi dulce y querida Lizzie…
Sé que me queda poco, y sé que cometí un error al casarme con una perra como Carla, su hija no es mía, Kathy no es mi hija y ella me hizo creer durante años que Sofía me había engañado…perdón por fallarte como padre, por fallarle a tu madre…
Ahora que me encuentro tan cerca de mi fin, quiero decirte que cambié mi testamento, dejando todo a ti, ese par de perras no merecen nada, hija encuentra a alguien que te merezca que te ame, pero sobre