Mientras tanto, Maisie buscó por el bosque durante mucho tiempo, pero no sabía la ubicación exacta del campamento, por lo que se estaba enojando.

¿De verdad estaba atrapada en el bosque?

Si seguía moviéndose, sería difícil que los rescatistas la encontraran. Ella debía quedarse en su sitio.

Maisie se quitó la mochila y se sentó, pero de repente escuchó un crujido detrás de ella.

Ella se levantó despacio, se giró hacia el movimiento y gritó: "¿Wynona?".

No recibió respuesta y el movimiento se detuvo.

Poco a poco vio una sombra, pero definitivamente no era humana.

Maisie recogió con cuidado su mochila y dio un paso hacia atrás. Hubo un crujido al instante y apareció un jabalí de piel negra y colmillos afilados.

Maisie empezó a sudar y se quedó helada en el sitio. Lo primero que le vino a la mente no fue correr porque sabía que no podría huir de él.

Ella se dio cuenta de que el jabalí aún no parecía querer atacar, así que no debía hacer movimientos bruscos.

Pisó una rama y se es