Maisie la miró con los brazos cruzados. “¿Por qué no le diriges esa pregunta tuya a tu novio? ¿Por qué me estás preguntas eso?”.

‘Esto suena totalmente absurdo. Ella lo hace sonar como si le hubiera arrebatado a su hombre’.

La cara de Willow se puso pálida debido a la rabia. “Maisie Vanderbilt, no estarás acicalándote por mucho tiempo, ¡solo espera!”.

Ella blandió su brazo y se marchó después de dejar atrás semejante amenaza.

Maisie entrecerró los ojos mientras miraba a Willow irse. ‘¿Quién será el triunfador al final? Eso aún no se sabe’.

En el despacho de Maisie…

Maisie estaba sentada frente a la computadora navegando por Internet, y de repente una empleada entró con prisa. “¡Señorita Zora, ha ocurrido algo!”.

Maise levantó su cabeza con calma al ver que estaba muy nerviosa. “¿Qué ocurre?”.

“Unos cuantos clientes compraron nuestra joyería en la tienda y descubrieron que todas eran falsas. Han rastreado el origen de la joyería hasta nuestra compañía y ahora están en las oficinas del edificio. Los empleados del Departamento de Compras dijeron que los materiales en bruto fueron adquiridos acorde a su orden”.

Luego de que ella terminara de explicar, Maisie bajo los ojos, apago su computadora, y se levantó. “Vamos a echar un vistazo”.

En el vestíbulo, los pocos invitados que habían venido a la oficina enfadados debido a las joyas falsas habían causado un revuelo.

“La Joyería Vaenna lleva décadas en el negocio y, sin embargo, están fabricando falsificaciones. ¿Aún quieren estar en el negocio?”.

“Esta pulsera de perlas cuesta unos cuantos miles de dólares. Fui a otras tiendas a inspeccionarlas y descubrí que son perlas falsas. ¿Intentan ahora estafar a sus clientes solo por su reputación?”. Una señora tiró la pulsera sobre la mesa agitadamente. “¡Veremos si su negocio de joyería puede sobrevivir cuando exponga este asunto al público!”.

Willow y su secretaria salieron de la multitud. Se acercó a ella y la consoló con una sonrisa. “Señora, cálmese. Ya nos hemos comunicado con nuestro departamento de compras. Debe haber algún malentendido con respecto a este asunto”.

“¿Malentendido?”. La señora señaló la caja de la pulsera. “¡Mira esto! Está claro que lo compré en su tienda, y todavía tengo el recibo de su tienda. Las evidencias son concluyentes”.

Willow estaba muy calmada. “Señora, nunca se ha acusado con evidencia a nuestros productos de ser fraudulentos. Debe de haber algún problema con los materiales del proveedor. No se preocupe, le preguntaré a nuestra diseñadora sobre el origen de los materiales cuando esté aquí. Si se descubre que son falsos…”.

“¡Doblaré la compensación!”. Se escuchó la voz de Maisie, y las miradas de todos se posaron en ella, que llegó al lugar con un ligero retraso.

Maisie caminó hacia el mostrador, tomó la pulsera de perlas y le echó un vistazo. “Efectivamente, son perlas falsas”.

“¡Ven, les dije que eran falsas!”. La señora se mostró aún más segura.

Willow la miró. “Zee, tú pediste todos estos materiales, y el Departamento de Compras también compró los materiales según la hoja de pedido que hiciste, pero ¿por qué hay falsificaciones?”.

Cuando Willow terminó de hablar, la secretaria que estaba detrás de ella sacó el pedido que había obtenido del Departamento de Compras y se lo entregó a Maisie

Maisie ojeó la hoja y sonrió. “Efectivamente, esta es la hoja de pedido que les entregué”.

“Zee, ¿has hecho esto para arruinar la reputación de Vaenna? ¡Estás engañando a nuestros clientes!”.

La señora miró a Maisie. “¿Tú eres la que ha comprado las falsificaciones? Eres tan malvada. ¿Por qué abrir tiendas? ¡Devuélveme el dinero que he perdido!”.

“¡Si, devuélvelo!”.

“¡Si no nos das una explicación hoy, llevaremos este asunto a la corte, diciendo que Joyería Vaenna está vendiendo joyas falsas para engañar a los clientes!”.

Willow se estaba regodeándose en secreto. ‘Maisie, ¡ya veremos cómo te quedas en Vaenna!’.

“¿Qué está pasando esta vez?”. Nolan y Quincy aparecieron entre la multitud.

Willow se acercó a Nolan agraviada en cuanto lo vio. “Nolan, hemos vuelto a encontrar falsificaciones en Vaenna, pero Zee es la responsable de la adquisición de los diamantes en bruto y las materias primas esta vez”.

Al ver a Nolan, la señora dio un paso al frente apresuradamente y se quejó: “Señor Goldmann, puede que usted no lo sepa, pero he comprado perlas falsas en Vaenna por miles de dólares. Así que, por favor, razone esto por mí. Esta es una gran empresa de joyería, así que ¿Cómo puede vender joyas falsas para engañar a los clientes?”.

La mirada de Nolan estaba fija en Maisie. Se acercó a ella y le dijo en tono frío: “Tú eres la responsable de la compra de materias primas. Dales una explicación”.