Un traje blanco era más difícil de llevar que uno negro. No solo requería que la persona tuviera un buen físico, sino que también necesitaba una buena apariencia.

Ian no se veía ni bronceado ni pálido. Estaba en un punto medio, pero el color blanco le quedaba perfecto y lo hacía ver como si brillara bajo la luz.

Principalmente se debía a su buen aspecto. Se veía maduro y majestuoso a pesar de llevar un traje de color blanco.

Cuando alguien se fijó en ella, giró la cabeza y vió a Elaine, que caminaba hacia él.

Todos los empleados se fueron, quedando solo ellos dos en el pasillo.

Elaine se detuvo frente a él y nadie sabía si estaba nerviosa, pero parecía un poco rígida. "¿No está a punto de comenzar la ceremonia?".

"Sí", respondió él suavemente mientras la miraba. "El vestido te queda muy bien".

Elaine levantó la cabeza y lo miró a los ojos, pero pronto desvió la mirada. "Gracias. También te ves bien con ese traje".

Él se hizo a un lado y dijo: "¿Entramos?".

Ella asintió e Ian e