__ Todos estamos bien. - aseguró Joseph por teléfono. Las chicas habían logrado comunicarse con ellos y al fin supieron que no les había pasado nada como pensaron. - Estamos un poco ocupados, pero no te preocupes, es para evitar que algo así vuelva a ocurrir.
__ ¿Es cierto del arresto? - quiso saber Keyla.
__ Sí, pero es noticia vieja.
__ Fue hace unas horas, Joseph. - le hizo ver.
__ Lo sé, lo sé, pequeña. Solo confía en mí, todo estará bien ¿sí? - le dijo cambiando de tema para no estar recordando que por poco les cayó un edificio encima.
__ Quiero ir contigo.
__ Quiero lo mismo, pero en este momento no estaré en un lugar fijo. - miró atrás suyo. Adrián tenía una linterna para iluminar el interior del cilindro. - Hay mucho trabajo y no podemos quedarnos en casa.
__ Dime que estarás bien. - casi fue una súplica de Keyla para él. - Dime que volveremos a vernos pronto.
__ Solo serán unos días, pequeña.
No estaba seguro que fuera así, pero quería ser optimista y no quedarse en el esp