**ANDREA**
—¡Eso no es posible! —exclaman Leonardo y Santiago al unísono.
Una sonrisa se me escapa. No lo puedo evitar. Es tan predecible su reacción… En especial la de Santiago, que frunce el ceño como si acabaran de anunciarle el fin del mundo.
—¿Qué pasa, chicos? —interviene Camila con una carcajada traviesa—. ¿Por qué se asustan así? No vamos a hacer nada malo. Solo iremos a festejar. También es parte del plan, ¿o no?
La miro de reojo, entendiendo que ha seguido mi sugerencia.
Ella toma su celular y alza la mano:
—Silencio, por favor —pide mientras marca un número. El altavoz se enciende y una voz familiar contesta:
—¿Señorita Camila?
—Hola, Nati —responde Camila—. Solo llamo para avisarte que Leonardo y yo hemos decidido adelantar la boda. Esta noche haré una pequeña despedida de soltera y, como tú eres quien está organizando todo, quiero que estés aquí, claro.
Del otro lado de la línea se escucha un silencio abrupto, seguido por una exclamación incrédula:
—¿¡Justo hoy!?
—¿Qué pa